La importancia de mantener una buena salud física y mental
Tal como dice la conocida cita latina Mens sana in corpore sano, para disfrutar de una buena salud no solo debemos cuidar de nuestra condición física sino también la psicológica.
Las opciones que disponemos para mejorar nuestra salud física son las que solemos tener más en cuenta en nuestro día a día, o las que al parecer nos resultan más fáciles de identificar por el conocimiento general que tenemos de ellas: seguir una alimentación sana y equilibrada y realizar ejercicio físico.
Para alimentarnos de manera sana podemos empezar por repartir convenientemente durante el día entre tres y cinco comidas (tres es el número habitual en nuestro país pero algunos nutricionistas recomiendan ampliarlas a cinco o incluso seis), evitando los atracones y cuidando lo que comemos. Pero atención, aumentar el número de veces que comemos durante el día no nos asegura que lo hagamos de forma sana… seguir una buena alimentación saludable es nuestra responsabilidad.
El ejercicio físico comparte importancia con la buena alimentación y una forma sencilla de mejorar nuestra condición física es realizando pequeños cambios en nuestra rutina diaria como subir las escaleras del metro, ir andando a lugares cercanos o realizar algún paseo semanal… Si nos vemos con suficiente energía siempre podemos apuntarnos a un gimnasio, salir a correr o buscar una actividad deportiva que nos sea atractiva para ayudarnos a mantener activo nuestro organismo.
El deporte es bueno para el cuerpo pero sobre todo puede ayudarnos a eliminar el estrés acumulado. Aunque el estrés es necesario, solo es malo cuando es excesivo, si no nos deshacemos de ese excedente puede que un día sin darnos cuenta suframos de ansiedad. Y la ansiedad al mismo tiempo puede provocarnos entre otras cosas ganas de comer y esto puede convertirse en el principio de un círculo vicioso, ya que una de las consecuencias más comunes del estrés es la obesidad y el sobrepeso.
Y es que todo importa para la salud, un cuerpo en forma ayuda progresivamente a tener una mente sana y viceversa. Usemos nuestra alimentación para ayudar a nuestro cuerpo y mente a mantenernos sanos.